domingo, 11 de marzo de 2012

Cap.6 (Hara)

Dos de las animadoras se le acercaron y empezaron a hablar con ella, y me pareció que una de ellas la estaba molestando hasta que la otra le dijo que se marchase y se sentó a comer junto a aquella pelirroja. Cuando vi que no la incomodaba, seguí hablando con Jan.
Sonó la campana y yo me dirigí junto con mi compañera al aula de física.
Pasó toda la tarde igual que la mañana; Normas, presentaciones, temario…. Hasta que al fín tocó la campana definitivamente por ese día, y yo salí detrás detrás de Jan.
-Hara, mi madre me está esperando en el coche, ¿Quieres que te llevemos a tu casa?
La verdad, era que no me apetecía nada ir andando hasta casa, entonces le dije que sí, ya que así de paso conocería a la madre de lo que probablemente sería mi mejor amiga.
Nos dirijimos al coche de la madre de Jan; un precioso Minni Cooper azul con asientos de cuero blanco y un bonito atrapa sueños como adorno.
-Hola mamá. –dijo Jan dándole un beso desde la ventanilla del coche- Esta es Hara,- dijo señalándome- y es nueva en el insti.
-Hola señora….
Rous, por favor, Sra. Rous.
-Ah, hola Sra. Rous. – dije yo educadamente.
-Mamá, -dijo Jan- ¿Podemos acercar a Hara a su casa?
-Si no es molestia. La corté yo.
-¡Oh claro! Dijo ella alegremente.
Subimos en la parte trasera del coche y la Sra. Rous puso el coche en marcha.
-¿Dónde vives Hara?
-No muy lejos de aquí – dije yo – justo al lado de la joyería "Luz rosa".
-Genial,¡Pues vámonos!
Rápidamente llegamos junto a mi casa, y me volví a perder en las paredes color verde pálido muy bonito.
-Bueno, yá hemos llegado.Dijo Rous con una sonrisa.
-Muchas gracias Sra. Rous, y muchas gracias Jan – dije mientras me despedía de ellas con la mano.
Subí las escaleras de mi casa a todo meter, saqué la llave, y nada más abrir la puerta vi a mi madre entando al salón con un tocho de revistas.
-Hola mamá – dije acercándome rápidamente a darle un beso – ¿Y papá?.
-Hola,está en la cocina amor. ¿Qué tal tu primer día de insti?
-Bién mamá – dije saliendo disparada hacia la cocina – Luego te cuento, que llego tarde a la piscina.
-Hola hija – dijo mi padre al que vi fregando – Ya, ya, ya…. No pregunto que llegas tarde.
-Sí – dije yo dándole un beso en la mejilla – Te quiero papá. Dije subiendo las escaleras hasta mi habitación.
Entré en mi habitación; una bonita luz bañaba mi cama (de matrimonio), mi escritorio, mis estanterías…. Solté la mochila junto al escritorio, abrí el armario y saque un gorro de natación blanco con líneas curvadas lilas y amarillas, unas gafas de natación de cristales azules y elástico blanco, unas chanclas naranja flojito, una toalla blanca con motitas rosas, una mochila azul eléctrico marca "Nike", y un bañador violeta fuerte con pequeñas rayitas blancas en los costados y asillas cruzadas en la espalda. Me puse el bañador y encima unos vaqueros cortos, una camiseta amarillo cantoso de manga corta y unas Vans azul mar. Fui al baño, me quité la diadema y me recogí el pelo en una coleta alta. Acto seguido cogí la mochila azul y metí las gafas, el gorro, la toalla, las chanclas, el neceser para después y el carnet de mi club, bajé a la cocina y metí en una bolsa una manzana y un refresco, me despedí de mis padres y salí corriendo hasta la piscina.
Entré en el vestuario y vi a mis compañeras de natación Kathya, Cinthia y Sara cambiándose y a mi mejor amiga de la piscina, Raquel, esperándome en la puerta para entrar a la piscina. Saludé y me quité la ropa corriendo, la metí en la mochila, y saqué las gafas, el gorro y las chanclas. Me puse las chanclas y le pedí a Raquel que me ayudase con el gorro.
-Tranquila – me dijo ella – que Jakson (nuestro entrenador) aún no ha llegado.
-Tss, y yo que he venido corriendo….
-Bueno… – dijo ella con cara de pilla – Bred y los demás ya están fuera …
-¡Raquel! – chillé yo roja como un tomate – ¡Cuantas veces tendré que decirte….
-Tranquila – dijeron Kathya, Cinthia y Sara – que no hace falta que lo ocultes.
Dí un pisotón en el suelo en plan enfadada, cogí la mochila y las gafas y salí detrás de
Raquél hacia la piscina mientras escuchaba las risitas de las tres. Si; Bred es el chico que me gusta, ya que llevamos mucho tiempo nadando juntos y tal…. Es alto, moreno de pelo negro, y con unos ojos verdes preciosos. Entramos en las piscinas, y vimos a Jemay, Bilie, Alejandro y Bred en el agua haciendo el tonto.
-¡Hola! – saludaron todos a la vez saliendo del agua -.
-¡Hi! – contestamos Raquel y yo – ¿Qué tal el agua? – pregunté yo mientras dejaba mi mochila en el suelo-.
-¿Quieres comprobarlo? – preguntó Bred con cara de pillo -.
-Oh no... ¿Bred? – dije mientras daba un paso atrás-.
-¡Oh si Hara! – dijo mientras echaba a correr detrás de mi-.
-¡No, no, no! – grité yo mientras el me agarraba de la cintura por detrás. –
Me cogió en peso y corrió conmigo hasta el borde le la piscina donde me agarró fuerte y se tiró conmigo al agua. El gorro se me calló, y noté como él me agarraba mientras el agua fría recorría mi cuerpo como un escalofrío. Estuvimos unos 30 segundos bajo el agua en los que yo intenté separarme de el, pero no me dejaba, entonces supe que no me pasaría nada entonces agarre su pelo suavemente, le puse la mano en la mejilla y esperé a que decidiese subir. Justo entonces cuando a mí no me importaría quedarme abrazada a él bajo el agua, se impulsó con el suelo y salimos a la superficie. Me soltó cuidadosamente y me dijo:
-Qué guapa, ¿Repetimos?
Pero entonces, Jemay se tiró al agua, me cogió por la cintura y me hundió impidiendo con todas sus fuerzas que yo saliese. No me había dado tiempo de coger aire, entonces, me estaba ahogando. Miré hacia arriba, y vi a Bred intentando apartar a Jemay de mi, pero no podía y yo me estaba quedando sin aire. Me puse muy nerviosa, demasiado nerviosa, entonces pensé “ No por favor”, pues sabia lo que iba a pasar.
En aquél preciso instante, Jemay dejó de hacer fuerza, y se quedó parado , como congelado al igual que Bred. Me solté de las inertes manos de Jemay y salí a la superficie. Cogí aire y me tranquilicé, y cuando recobré el aliento, vi que todo el mundo, estaba parado, como congelado: Bred y Jemay estaban en el agua peleando, Raquel, Bilie y Alejandro, estaban parados como corriendo como cuando paras un video de YouTube. Salí del agua y fui al vestuario, abrí la puerta, y vi a Kathya, Cinthia y Sara, paradas sentadas en un banco. Había pasado.
Desde los 12 años, me sucedía aquello; Cuando me ponía nerviosa, muy nerviosa o alterada, paraba el tiempo. Era a la conclusión a la que había llegado después de que me ocurriese barias veces. Solo era temporal; Si me ponía nerviosa, era cuestión de un cuarto de hora que todo regresase a la normalidad, si me ponía muy nerviosa, era cuestión de media hora, y si tenia miedo, hora y media o así. De momento, lo mas largo, habían sido 2 horas, y por lo que yo suponía, se paraba TODO, absolutamente TODO y sin efectos secundarios ni nada así. ¿Tenía algo que ver con mis puntas violetas? Ni idea, pero pronto lo descubriría. Lo que si sabia, era que no lo sabia nadie.
Aquello pasaría pronto, así que me senté en el borde de la piscina a esperar a que parase.
En cosa así de media hora, pasó todo, Bred y Jemay siguieron peleando, y los demás corriendo, hasta que Bilie dijo:
-¿¡Como lo ha hecho!?
-¿El qué? – pregunté yo tranquilamente-.
-Salir del agua sin que nadie lo viese
-A, pues buceando,¿ No me as visto? – dije con una sonrisa pícara intentando que me creyesen-.
-A pues…. – dijo intentando disimular creyendo que los demás si lo habían visto – ¡Claro bobita! – dijo riéndose, y entonces todos nos reímos con el-.
Entonces llegó Jakson, nos mandó a callar, he hicimos el entrenamiento con total normalidad.
Al salir, cogí la mochila y me dirigí al vestuario, pero Bred me cogió la mano y me dijo:
-¿Estás bién?
-Si, tranquilo – dije yo tímidamente -.
-Ah, me alegro – dijo, y se cdirigio a marcharse pero dijo – A, espera – me cogió por la cintura, me acercó a el y me dio un suave beso, y me dijo – Adiós mi princesa – y con las mismas, entró al vestuario masculino-.
Entré roja como un tomate en el vestuario, y al verme, Raquel me dijo:
-¿Qué te pasa?
-Nada – respondí yo rápidamente – Luego te llamo y te cuento –
-Pues bale .
Me cambié y me arregle como un tiro, y salí toda contenta a la calle, cuando de pronto, tropecé con una chica, la chica de la cafetería de la mecha azul.
-Lo siento mucho – le dije-.
-A, no pasa nada, tranquila.
Se la notaba una chica muy maja, y de camino a casa mantuvimos una interesante combesación.

1 comentario:

  1. ...esta muy chulo perooooo ¿donde esta el siguiente capitulo a ver?
    (la faltas ortograficas...)

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