miércoles, 14 de marzo de 2012

Cap.7 (Lamet)

Entré en la pista, mi largo pelo estaba recogido en un moño alto, y la mecha azul estaba suelta, junto a mi cara, quite los protectores y observe mis botas. Estaba muy orgullosa de ellas, a mi, nunca me había ido lo típico, no eran ni negras, ni blancas, si no multicolores, una era azul con cordones verdes y la otra violeta flojo con cordones amarillos.
Pise cuidadosamente el hielo y empece a deslizarme tanto como me gustaba, di un par de vueltas para calentar, haciendo que la falda de mi malla violeta ondulara en el aire. Más tarde empecé con los giros, hice un triple axel* y caí limpiamente.
-¡Capitana! ¿No nos esperas?
Me gire hacia la entrada, Eweid, Laia, Gus y Zasha entraban uno a uno en la pista.
-Lo siento chicos, ya sabéis, estaba practicando.
-¿Practicando con un triple axel? Yo quiero verte en una competición. Me dijo Zasha sonriente, su melena tan negra como el azabache se movía  tras ella como si fuera el rastro que quedaba por donde había pasado.
Antes de que nadie pudiera decir nada más, Blanca nos llamo desde las gradas.
-¡Chicos, empezad a calentar! ¡Gus y Laia trabajad los giros del sábado!
El entrenamiento fue como siempre, exceptuando que nuestra entrenadora estuvo toda la hora haciéndome repetir, algunos giros aunque tuviera el más mínimo fallo. Cuando nos avisaron de que era la hora emití un largo suspiro.
-¿Estás cansada? Me dijo Blanca.
Negué con la cabeza.
-¡Menos mal! ¡Porque yo no quiero una capitana floja eh! 
Le envíe una sonrisa y entre en el vestuario.
-¡Es horrible! -Se lamentaba Laia- ¡No sabe ni dar una vuelta sobre si mismo! ¿Como voy a presentarme el sábado con él?
-Bueno, piensa -le decía Zasha- que es solo ante varios jueces.
-Si -dije mientras me quitaba las botas- y también ante la televisión nacional.
-Asco de vida. Dijo Laia mientras escondía la cabeza entre las manos.
Me gire para guardar los patines, pero me sorprendió oír que ninguna de las dos decía nada, cuando me gire pude comprobar que estaban totalmente quietas, sin moverse, como si estuvieran congeladas, Zasha tenía las manos estiradas hacia Laia, como si quisiera decirle algo, y esta última, la miraba seriamente.
-Vale, dejaos de bromas.
No me contestaron, seguían igual de quietas, eran muy buenas actoras.
-¡Chicas! 
Me acerque, con miedo, tire de un mechón de pelo de Zasha, nada, luego me acerque a Laia y le toque con un dedo tembloroso, también se quedó quieta.
-¿Que… Que pasa?
Iba a salir, para comprobar si fuera pasaba lo mismo, pero reflexioné, que era mejor esperar un rato, a lo mejor era algo parecido a lo que me sucedía a mí, la simple idea de que eso pudiera ser posible, hizo que me recorriera un escalofrío. Seguí cambiándome para matar el tiempo.
Tras media hora, Zasha continuó.
-Bueno ya ves, entrenaréis y ya esta.
Giró la cabeza.
-Lam…¿Cómo lo has echo?
-¿El que?
-¡Te has cambiado como un rayo! Contribuyó a ponerme nerviosa Laia.
Pensé en contárselo, pero si no se habían dado cuenta, mejor quedarme callada.
-Es que… Tengo prisa, lo siento chicas, ¡Nos vemos el miércoles!
Salí lo más rápido que pude de la pista, ¿Como había sucedido eso? ¡Era tan extraño! Mis zapatillas pisaban con fuerza el suelo, mientras que en mi mente, miles de ideas me alejaban del mundo. Mi hombro chocó contra algo duro.
-Lo siento mucho.
Levanté la vista, la chica del instituto, aquella del pelo marrón con las puntas violetas me miraba fijamente.
-¡Ah! No tranquila, no pasa nada.
Ella me sonrío.
-Bueno -dije- creo que no hemos tenido ocasión de conocernos, soy Lamet.
-Yo Hara.
-¿Vas a 3ºB no?
-Si, ¿Tú?
-Yo al C.
Sin darnos cuenta empezamos a caminar, una al lado de la otra.
-¿No tenías el pelo suelto esta mañana? Es raro vértelo recogido.
-¡Ups! -Lleve las manos al moño dejando caer el pelo por mi espalda- si, es que vengo de clases de patinaje artístico.
-¡Que guay! Yo nado. Me dijo con una sonrisa de orgullo.
-Buen deporte.
Estuvimos hablando de cosas por el estilo hasta que llegamos a mi casa.
-Lo siento, pero vivo aquí. Dije señalándole la pared azul celeste.
-¿En serio? ¡Somos vecinas! ¡Yo vivo en la verde!
Me despedí de ella y subí a casa.
-¡Mama! ¡Ya estoy en casa! 
La melena pelirroja de mi madre se asomo por el marco de la puerta.
-¡Ven Lamet! Estoy haciendo mantequilla. (Aunque, mas bien sonó: ”Venir Lamet, yo hacer mantequilla” Os recuerdo que soy holandesa, yo pase mi mayor infancia donde ahora vivo, pero mi madre ha vivido casi toda su vida allá, y el acento no se quita)
-Lo siento mamá, es que voy a dormir, tengo mucho sueño.
Subí las escaleras de caracol que me separaban del piso de arriba, empuje la puerta de mi cuarto y entré.
Siempre me había gustado mi cuarto, las paredes eran blancas, en la pared  en la que estaba la cama, había una pizarra gigante, en la cual, la letra de ”Paradise” de Coldplay escrita con rotuladores fosforescentes resaltaba, y un pequeño armario empotrado estaba en lo que no era pizarra. En frente de la cama, había un escritorio transparente, con la palabra ”Paz” escrita en  los idiomas, al lado, había una estantería gigante, llena de libros, con las baldas totalmente dobladas por el peso, una televisión de pantalla plana colgaba del techo, sobre el escritorio, en la pared que estaba justo delante de la puerta, un balcón donde podía oír a la gente de la calle estaba abierto,  y cuadros de notas musicales, y cuadros muy vintage ocupaban el resto de la pared.
Me tiré como un saco en la cama y cerré los ojos poco a poco.

-Lam… Buenos días.
Volví a la realidad lentamente, mi madre estaba sentada en lo que quedaba de cama, con una mano sobre mi brazo, me zarandeaba lentamente.
-Buenos días mamá.
Me estiré como un gato y bajé de la cama.
-Cuando termines de vestirte, tienes las tostadas sobre la mesa.
Asentí y me acerqué hacia el armario, lo abrí con fuerza y observe el interior, la ropa estaba perfectamente ordenada, gracias a mi madre, cogí con desgana unos pantalones marrones cortos, unas medias hasta los gemelos de letras de colorines y una camisa suelta blanca con una chica leyendo, lo conjunte con unas botas marrones de lazada. Me eché la maleta al hombro, baje las escaleras, me comí mas tortadas en un tiempo récord, le di un beso a mi padre, que leía el periódico con una taza de café en la mano y salí a la calle.
-¡Adiós!
Llegue al instituto bastante rápido, y me dirigí hacia el aula de naturales, me senté junto a Amy y le mandé una sonrisa.
-¡Chicos! -Dave, el profesor de Educación Física entraba en clase- Hugo no ha venido, así que estaréis con mi clase durante esta hora.
La clase lanzó gritos de júbilo, salimos en pelotón, y cuando llegamos a la cancha, pude  observar que Ia y Hara estaban esperándonos, las dos sonrieron al verme.
-Bueno -empezó Dave- jugaremos al balón prisionero.Todos sabéis jugar¿Verdad? -Asentimos- Bien, quiero cuatro grupos, dos en cada cancha, y empiecen a jugar.
Nos tiro dos balones de gomaespuma, nosotras nos pusimos en un grupo juntas.
-Bueno, -dijo Ia esquivando un balón que le llegaba por las piernas- Esto va a ser bastante fácil.
Solté una pequeña risita, en ese momento, uno de los jugadores de fútbol tiraba un balón directo a la cara de Hara.
-¡Hara! Gritamos Ia y yo al unísono.
Ella giró la cabeza rápidamente, sin darme cuenta de lo que hacía elevé la mano, haciendo que el ya la conocida sensación de cosquilleo recorriera mis dedos, de los cuales salió una luz azul celeste, que dejo el balón congelada en el aire, pero unos segundos más tarde, se desintegró.
Mire a los chicos, estaban totalmente quietos, como le había pasado a Zasha y a Laia.
-Vale -dije mirándolas- ¿Se puede saber que ha pasado?
El tiempo seguía detenido y el balón desaparecido.
-¿Me lo puedes decir tú mujer hielo? Dijo Ia.
Las tres nos miramos, y cogimos las mechas entre los dedos.
-No puede ser…Dijo Hara con la boca abierta.

domingo, 11 de marzo de 2012

Cap.6 (Hara)

Dos de las animadoras se le acercaron y empezaron a hablar con ella, y me pareció que una de ellas la estaba molestando hasta que la otra le dijo que se marchase y se sentó a comer junto a aquella pelirroja. Cuando vi que no la incomodaba, seguí hablando con Jan.
Sonó la campana y yo me dirigí junto con mi compañera al aula de física.
Pasó toda la tarde igual que la mañana; Normas, presentaciones, temario…. Hasta que al fín tocó la campana definitivamente por ese día, y yo salí detrás detrás de Jan.
-Hara, mi madre me está esperando en el coche, ¿Quieres que te llevemos a tu casa?
La verdad, era que no me apetecía nada ir andando hasta casa, entonces le dije que sí, ya que así de paso conocería a la madre de lo que probablemente sería mi mejor amiga.
Nos dirijimos al coche de la madre de Jan; un precioso Minni Cooper azul con asientos de cuero blanco y un bonito atrapa sueños como adorno.
-Hola mamá. –dijo Jan dándole un beso desde la ventanilla del coche- Esta es Hara,- dijo señalándome- y es nueva en el insti.
-Hola señora….
Rous, por favor, Sra. Rous.
-Ah, hola Sra. Rous. – dije yo educadamente.
-Mamá, -dijo Jan- ¿Podemos acercar a Hara a su casa?
-Si no es molestia. La corté yo.
-¡Oh claro! Dijo ella alegremente.
Subimos en la parte trasera del coche y la Sra. Rous puso el coche en marcha.
-¿Dónde vives Hara?
-No muy lejos de aquí – dije yo – justo al lado de la joyería "Luz rosa".
-Genial,¡Pues vámonos!
Rápidamente llegamos junto a mi casa, y me volví a perder en las paredes color verde pálido muy bonito.
-Bueno, yá hemos llegado.Dijo Rous con una sonrisa.
-Muchas gracias Sra. Rous, y muchas gracias Jan – dije mientras me despedía de ellas con la mano.
Subí las escaleras de mi casa a todo meter, saqué la llave, y nada más abrir la puerta vi a mi madre entando al salón con un tocho de revistas.
-Hola mamá – dije acercándome rápidamente a darle un beso – ¿Y papá?.
-Hola,está en la cocina amor. ¿Qué tal tu primer día de insti?
-Bién mamá – dije saliendo disparada hacia la cocina – Luego te cuento, que llego tarde a la piscina.
-Hola hija – dijo mi padre al que vi fregando – Ya, ya, ya…. No pregunto que llegas tarde.
-Sí – dije yo dándole un beso en la mejilla – Te quiero papá. Dije subiendo las escaleras hasta mi habitación.
Entré en mi habitación; una bonita luz bañaba mi cama (de matrimonio), mi escritorio, mis estanterías…. Solté la mochila junto al escritorio, abrí el armario y saque un gorro de natación blanco con líneas curvadas lilas y amarillas, unas gafas de natación de cristales azules y elástico blanco, unas chanclas naranja flojito, una toalla blanca con motitas rosas, una mochila azul eléctrico marca "Nike", y un bañador violeta fuerte con pequeñas rayitas blancas en los costados y asillas cruzadas en la espalda. Me puse el bañador y encima unos vaqueros cortos, una camiseta amarillo cantoso de manga corta y unas Vans azul mar. Fui al baño, me quité la diadema y me recogí el pelo en una coleta alta. Acto seguido cogí la mochila azul y metí las gafas, el gorro, la toalla, las chanclas, el neceser para después y el carnet de mi club, bajé a la cocina y metí en una bolsa una manzana y un refresco, me despedí de mis padres y salí corriendo hasta la piscina.
Entré en el vestuario y vi a mis compañeras de natación Kathya, Cinthia y Sara cambiándose y a mi mejor amiga de la piscina, Raquel, esperándome en la puerta para entrar a la piscina. Saludé y me quité la ropa corriendo, la metí en la mochila, y saqué las gafas, el gorro y las chanclas. Me puse las chanclas y le pedí a Raquel que me ayudase con el gorro.
-Tranquila – me dijo ella – que Jakson (nuestro entrenador) aún no ha llegado.
-Tss, y yo que he venido corriendo….
-Bueno… – dijo ella con cara de pilla – Bred y los demás ya están fuera …
-¡Raquel! – chillé yo roja como un tomate – ¡Cuantas veces tendré que decirte….
-Tranquila – dijeron Kathya, Cinthia y Sara – que no hace falta que lo ocultes.
Dí un pisotón en el suelo en plan enfadada, cogí la mochila y las gafas y salí detrás de
Raquél hacia la piscina mientras escuchaba las risitas de las tres. Si; Bred es el chico que me gusta, ya que llevamos mucho tiempo nadando juntos y tal…. Es alto, moreno de pelo negro, y con unos ojos verdes preciosos. Entramos en las piscinas, y vimos a Jemay, Bilie, Alejandro y Bred en el agua haciendo el tonto.
-¡Hola! – saludaron todos a la vez saliendo del agua -.
-¡Hi! – contestamos Raquel y yo – ¿Qué tal el agua? – pregunté yo mientras dejaba mi mochila en el suelo-.
-¿Quieres comprobarlo? – preguntó Bred con cara de pillo -.
-Oh no... ¿Bred? – dije mientras daba un paso atrás-.
-¡Oh si Hara! – dijo mientras echaba a correr detrás de mi-.
-¡No, no, no! – grité yo mientras el me agarraba de la cintura por detrás. –
Me cogió en peso y corrió conmigo hasta el borde le la piscina donde me agarró fuerte y se tiró conmigo al agua. El gorro se me calló, y noté como él me agarraba mientras el agua fría recorría mi cuerpo como un escalofrío. Estuvimos unos 30 segundos bajo el agua en los que yo intenté separarme de el, pero no me dejaba, entonces supe que no me pasaría nada entonces agarre su pelo suavemente, le puse la mano en la mejilla y esperé a que decidiese subir. Justo entonces cuando a mí no me importaría quedarme abrazada a él bajo el agua, se impulsó con el suelo y salimos a la superficie. Me soltó cuidadosamente y me dijo:
-Qué guapa, ¿Repetimos?
Pero entonces, Jemay se tiró al agua, me cogió por la cintura y me hundió impidiendo con todas sus fuerzas que yo saliese. No me había dado tiempo de coger aire, entonces, me estaba ahogando. Miré hacia arriba, y vi a Bred intentando apartar a Jemay de mi, pero no podía y yo me estaba quedando sin aire. Me puse muy nerviosa, demasiado nerviosa, entonces pensé “ No por favor”, pues sabia lo que iba a pasar.
En aquél preciso instante, Jemay dejó de hacer fuerza, y se quedó parado , como congelado al igual que Bred. Me solté de las inertes manos de Jemay y salí a la superficie. Cogí aire y me tranquilicé, y cuando recobré el aliento, vi que todo el mundo, estaba parado, como congelado: Bred y Jemay estaban en el agua peleando, Raquel, Bilie y Alejandro, estaban parados como corriendo como cuando paras un video de YouTube. Salí del agua y fui al vestuario, abrí la puerta, y vi a Kathya, Cinthia y Sara, paradas sentadas en un banco. Había pasado.
Desde los 12 años, me sucedía aquello; Cuando me ponía nerviosa, muy nerviosa o alterada, paraba el tiempo. Era a la conclusión a la que había llegado después de que me ocurriese barias veces. Solo era temporal; Si me ponía nerviosa, era cuestión de un cuarto de hora que todo regresase a la normalidad, si me ponía muy nerviosa, era cuestión de media hora, y si tenia miedo, hora y media o así. De momento, lo mas largo, habían sido 2 horas, y por lo que yo suponía, se paraba TODO, absolutamente TODO y sin efectos secundarios ni nada así. ¿Tenía algo que ver con mis puntas violetas? Ni idea, pero pronto lo descubriría. Lo que si sabia, era que no lo sabia nadie.
Aquello pasaría pronto, así que me senté en el borde de la piscina a esperar a que parase.
En cosa así de media hora, pasó todo, Bred y Jemay siguieron peleando, y los demás corriendo, hasta que Bilie dijo:
-¿¡Como lo ha hecho!?
-¿El qué? – pregunté yo tranquilamente-.
-Salir del agua sin que nadie lo viese
-A, pues buceando,¿ No me as visto? – dije con una sonrisa pícara intentando que me creyesen-.
-A pues…. – dijo intentando disimular creyendo que los demás si lo habían visto – ¡Claro bobita! – dijo riéndose, y entonces todos nos reímos con el-.
Entonces llegó Jakson, nos mandó a callar, he hicimos el entrenamiento con total normalidad.
Al salir, cogí la mochila y me dirigí al vestuario, pero Bred me cogió la mano y me dijo:
-¿Estás bién?
-Si, tranquilo – dije yo tímidamente -.
-Ah, me alegro – dijo, y se cdirigio a marcharse pero dijo – A, espera – me cogió por la cintura, me acercó a el y me dio un suave beso, y me dijo – Adiós mi princesa – y con las mismas, entró al vestuario masculino-.
Entré roja como un tomate en el vestuario, y al verme, Raquel me dijo:
-¿Qué te pasa?
-Nada – respondí yo rápidamente – Luego te llamo y te cuento –
-Pues bale .
Me cambié y me arregle como un tiro, y salí toda contenta a la calle, cuando de pronto, tropecé con una chica, la chica de la cafetería de la mecha azul.
-Lo siento mucho – le dije-.
-A, no pasa nada, tranquila.
Se la notaba una chica muy maja, y de camino a casa mantuvimos una interesante combesación.

domingo, 5 de febrero de 2012

Cap.5 (Iadora)

Cruce el pasillo hasta llegar al aula de ciencias,a toda pastilla,entre y observe detenidamente.
Quedaba un pupitre libre en la ultima fila,es el sitio perfecto para pasar desapercibida.
En la mesa había un chico con el uniforme del equipo de fútbol debía de ser nuevo porque no lo había visto antes y como animadora se lo que digo me conozco a todo el equipo.
Puse los libros en la mesa,me sente en la silla y pude ver que el chico era moreno de pelo a lo Justin Bieber(pero mas bonito y brillante)de ojos grandes,vistosos del color del mar,tenía la piel blanca,era bastante alto,delgado y esbelto.
-Hola,me llamo Iadora,pero llamame Ia-dije apartandole un pechon del pelo que me impedía ver su cara del todo.
-Hola,me llamo PJ-dijo apartando mi mano de su cara con suavidad.
-¿PJ? Suena mas bien a siglas-dije insinuando que me dijiera su nombre.
-Si,son siglas.Mi nombre es Pedro Jose-puso una expresión de desagrado en su cara.
-¿No te gusta HE?
-No-dijo serio-llamame así y me las apañare para que desaparezca del mapa-dijo soltando una carcajada.
–i HO CON QUE SABES REIR!-dije mientras me reía.
El aparto la vista de mi y señalo la puerta la señorita entro en la habitación y con ella el silencio.
La profesora le pregunto a Lamet,cosas sobre el club de ciencias,todos se escandalizaron al ver la respuesta y de repente FAS!una visión«Lament era la capitana del club de ciencias,estaban el el campeonato nacional y HIBAN GANANDO»
La hora se paso rápido y cuando salimos nos dirigimos a la cafetería.
Llegamos allí ,en la mesa que nos solemos sentar la animadoras,estaba sentada sola Lamet en medio del mundo por así decirlo,Polly se empezó a subir por las paredes debido a que Lamet se había sentado allí.
Cuando todo se había solucionado,Lamet me giño el ojo y me di cuenta de que había cogido en salda en ves de pescado.
-Polly,espra- dije frenando en seco.
-¿Que?-pegunto molesta por el toque de atención cuando intento echar a Lamet de la mesa.
-Hoy…me apetece comer con ella-dije bastante orgullosa de mi decisión.
-¿Le vas a dar consejos de moda?le hacen falta-dijo enfadada.
-No deja de ser tan…-me calle por que entonces materia la pata.
-¿Que deje de ser tan que?-dijo mirandome mal.
Me fui rápidamente así su mesa y me sente a su lado.
-¿Se puede saber por que te sientas con migo?- dijo Lamet sorprendida.
-Pues por que me pareces especial-dije mirando su mecha azul, que ella escondió rápidamente.
-Parece que no te apetece esa ensalada,¿ quieres un poco de mis croquetas de jamón y queso?son caseras-dije de dedicándole una suave sonrisa.
-¿Especial?no te entiendo,gracias me comere una croqueta-dijo mostrándome una amistosa sonrisa.
Nos pasamos mucho rato hablando,hasta que sonó la campana y tuvimos que ir a clase y yo me ofrecí a ir con ella.

Cap.4 (Lamet)

Llegue una de las primeras al laboratotio, por lo que me dio tiempo de analizar la sala para coger el mejor sitio, y así hice, estaba justo en medio de la clase, no estaba ni muy cerca del profesor, ni muy lejos, de forma que podía verlo todo, pero con intimidad, era una mesa doble, de color amarillento, sobre ella se sostenían varias probetas encima de la mesa, sustancias y fórmulas que sobresalían de gruesos libros, y restos de las actividades anteriores, me acerqué y la observé un poco mejor, una mancha verde amarillenta cubría la mayor parte de la mesa.
-Hola, soy Amy.
Me giré, una chica morena, de pelo largo y ojos grises me miraba, y se sentaba a mi lado, llevaba un peto vaquero con camisa de los Rolling Stones, y unas Vans rojas.
-Hola…yo Lamet, por favor, llámame Lam.
-¿Los Beatles eh?
Dio unas palmaditas a mi camisa mientras asentía.
-A mi también me encantan.
Le sonreí, ¿Tenia mis mismos gustos? Era muy extraño…
-A mi también me encantan los Rolling le contesté.
-¿Es natural?
Amy miraba seriamente a mi mecha, que vergonzosamente escondí tras mi oreja.
-Totalmente…
-Mola…
-Buenos días chicos.
En ese momento una profesora bajita, de pelo rizado rubio y ojos de color manzana caminaba entre las mesas con una bata blanca, iba cargada de libros de colores, bastantes hechos polvo, la miré y me apoyé en la mesa.
-Buenos días Leonor contestó la clase.
-Bueno, antes que nada, por favor…- Miro la lista que sostenía entre los dedos libres- ¿Lamet? Si, Lamet Zwaan, ¿Podrías levantar la mano para verte?
Levanté mi mano, haciendo que la pulsera azul eléctrico cayera hasta mi codo, ella me miró, sorprendida.
-Bueno, bienvenida.
Le mandé una sonrisa, que ella me devolvió amablemente.
-Este año –continuo- el club de ciencias esta pobre, de forma que necesitamos gente cuanto antes.
Miré a mi alrededor, demás alumnos se agachaban para que Leonor no les preguntase a ellos, yo, de nuevo eleve mi mano.
-¿Si Lamet?
-Pue… Estaba arrepintiéndome de mi intervención- ¿Puedo participar?
Leonor me miro sonriente y le brillaron los ojos.
-¿Es en serio?
-¡Si! Siempre me han gustado las ciencias…
El grupo de futbolistas que cuchicheaban a mi lado se giraron para mirarme como si fuera un alíen, concentre mi vista en sus cabezas y sentí de nuevo esa sensación de los pensamientos.
-Que rarita… Pensaba uno.
-Chiquita loca.
-Será rara, pero es mona…
Con este último pensamiento aparté la vista y un escalofrío recorrió mi cuerpo.
-Bueno –prosiguió Leonor- ven a hablar conmigo después de clase.
El resto de la hora, Leonor nos estuvo explicando las normas básicas y para que servía cada cosa, algo que yo tenía ya más que aprendido, de forma que cuando sonó la campana lo único que se me paso por la cabeza es que habíamos perdido la hora completamente.
-¿Lamet?
Leonor se acercaba con paso rápido debido a su estatura.
-¿Si profesora?
-¿Te gustaría ser la capitana del club de ciencias? Si encontramos suficiente gente, y sois lo suficiente buenos podríais ir a la competición nacional y…
-¡Claro! ¡Oh que bien!
Ella sonrió y se marchó, no sin antes decirme que ya me diría las horas de encuentro.
Salí al pasillo acompañada de la manada, es más, llegué al comedor gracias a esta, en la cola, le eche un vistazo a un pequeño plato de pescado, tenía muy buena pinta, pero luego me acordé de el aviso de Iadora, podía ser mentira, pero, no me iba a arriesgar.
-¿Si?
La camarera me miraba, llevaba una redecilla blanca, de esas que te aprietan el pelo y hacen, que aunque la coleta sea perfecta, varios pelos asomen por encima.
-¿Me puede dar una ensalada?
Pagué, y me dirigí a la mesa más cercana, y más solitaria, me senté y empecé a revolver la ensalada sin muchas ganas, sin aviso, encontré frente a mi cara una corta falda violeta y blanca, con pequeñas ondulaciones, levanté la vista, una nariz perfectamente recta y unos ojos perfilados de negro me miraban con desprecio.
-Fuera.
-¿Por qué he de irme?
-¿En serio? ¡Porque es nuestra mesa!
Revisé la mesa con la mirada.
-No veo vuestro nombre.
La animadora me fulminó con los ojos, le sonreí y ella giró la vista hacia la mesa de unos chicos, que, si he de decir la verdad, estaban bastante bien. Aparté mi melena pelirroja de mi hombro derecho y la miré.
-No, no le gustas, no te ilusiones.
La chica me miró con más desprecio si era posible.
-¡Que te largues!
-No.
-¿Pero que te crees?
-¿Nada?
-Polly déjala.
Genial, ahora se unía Iadora.
-Hay mas mesas continuo.
La supuesta Paulina se marcho refunfuñando, yo le piqué un ojo a Iadora, con la esperanza de que viera que se lo agradecía.
-Bah no es nada –me respondió- algunas son muy cortas de mente – mando la vista a mi plato- ¡Al final me has hecho caso! Muy buena elección.
Esa chica…¿Era como yo? ¿Acaso tenía algún poder extraño?

Cap. 3 (Hara)

Me sobresalté al oír la canción “Paradise” (Coldplay) saliendo de mi móvil, sobre la mesilla de noche. Era mi tono de despertador. Cogí el móvil, y miré la hora; tal y como había previsto el día anterior, me desperté a las 8:50. Aquel, era mi primer día de instituto, y por tanto, no quería llegar tarde.
Me levanté de un salto, y fui directa al baño, me quité el pijama, y me metí bajo la ducha, de la que caía un choro de agua fría que me hizo estremecer. Comencé a ducharme, me puse mi champú de olor a fresa, mi mascarilla de frutos del bosque, y gel de vainilla. Salí de la ducha y me enrollé en la una toalla color manzana con mi nombre en violeta palo bordado en una esquina: “Hara”. Me lo había cosido mi abuela poco antes de fallecer.
Me vestí con una camiseta gris con el dibujo de unas Raibans rosas fucsia (mi tipo de camiseta preferido), unos vaqueros ajustados negros, y unas Vans negras y fucsias. Me sequé y peiné el pelo; mis largos y sedosos tirabuzones negros, caían por mi espalda terminando en puntas color violeta cantoso. Este era un fenómeno de mi cuerpo que nunca llegué a comprender, era raro, pero a mí me gustaba mucho, y además pegaba con mis ojos, que eran marrones muy claros con destellos violetas. Me puse mi inseparable collar de espiral plateado con un rubí en el centro, y unos lindos pendientes de manzanitas color rojo chillón. Encendí la plancha, y en un momento, me alisé el flequillo sobre el que puse una fina diadema plateada con algún que otro brillante. Me hice una coleta rápida y bajé corriendo por las escaleras, mis padres como pude comprobar, ya se habían marchado. Fui a la cocina, me puse un zumo de mango y unas galletas y desayuné mientras ojeaba una revista de mi madre que no contenía nada interesante. Al terminar, subí otra vez a mi habitación, cogí el móvil, y comprobé que ya era la hora de salir, me lavé los dientes, me pinté los labios con gloss de cereza, me perfumé de coco y cogí mi mochila negra de motitas de colores cantosos ya preparada el día anterior, bajé las escaleras, me dirigí hacia la gran puerta de entrada, me solté el pelo, y decidida salí a la calle y puse rumbo a mi nuevo instituto.
Llegué a la puerta del instituto, había gente por todas partes hablando de cómo les había ido el verano, dándose abrazos… Entré con dificultad apartando como podía a la multitud de gente que se acumulaba en los pasillos, y me acerqué al tablón que tenía las listas de los alumnos. Comencé a buscar mi nombre: A continuación, busqué los horarios Bale, a primera tocaba mates. En ese momento, sonó en timbre, y todo el mundo, empezó a caminar en sentidos contrarios. Comencé como pude a buscar el aula de mates, cuando de repente choqué con una chica a la que tiré al suelo. Era bajita y ni delgada, ni gruesa, normal… , tenia los ojos color metal, y el pelo castaño recogido en una bonita trenza a un lado, y llevaba un vestido blanco con pequeñas flores color verde pistacho esparcidas por este, y unas manoletinas del color de las flores. Me miró con cara de enfado, y yo acto seguido le tendí la mano y la ayudé a levantarse.
- ¡Ho!, lo siento mucho- dije mientras recogía su bolsito color paja.
- Tranquila- dijo ella con una bonita sonrisa- No pasa nada, yo también me tropiezo a menudo. Por cierto, nunca antes te había visto por aquí, ¿Eres nueva?
- Sí – dije yo dedicándole mi mejor sonrisa – Me llamo Hara, Hara Neddis, ¿Y tú?
- Yo, soy Jannis, pero por favor, llámame simplemente Jan.
- A, bale Jan. Por favor, ¿Me podrías decir donde está el aula de mates?
- ¡Mates!, A mi también me toca esa clase ahora, acompáñame.
Me cogió con delicadeza de la mano para no perderme, y juntas fuimos al aula de mates. Llegamos frente a la puerta, y Jan abrió la puerta con desenvoltura y me dijo que pasase. Entramos, y tras de mi se cerró la puerta. Quedaban cinco sitios libres, dos de ellos juntos, en los que nos sentamos Jan y yo. Al hacerlo, Jan saludó a un par de chicas que estaban a nuestro lado, y yo educadamente, hice lo mismo. En ese momento, entró el profesor, que como Jan me dijo en un susurro se llamaba Wilpert.
- Hola a todos – dijo seriamente- , mi nombre es Wilpert para los que no me conozcáis. Este curso daremos geometría, algebra, trigonometría, derivadas….-
Se pasó toda la clase hablando del temario, de normas, y todo eso, hasta que por fin dijo:
- Como supongo que ya sabéis, este curso tenemos con nosotros a una nueva alumna, Hara – me levanté alegremente, y saludé a los alumnos de la clase, los cuales se quedaron mirando, supongo, mis puntas violetas cantoso. Acto seguido, me senté.- Y supongo que seréis amables con ella.
Justo entonces sonó el timbre, y todo el mundo salió disparado, menos Jan y yo, que salimos hablando relajadamente:
- ¿Qué te toca ahora? – preguntó ella-.
- Mmmmm…. Inglés.- respondí al fin-.
- A mí tecno, pero su quieres te acompaño.-.
- ¡Sí!- dije encantada de que alguien me ayudase el primer día- Vamos.-
El resto de la mañana, sucedió clase tras clase, todas llenas de presentaciones y normas, hasta que al fin, sonó el timbre para ir a comer. Me dirigí hacia la cafetería junto a toda la marabunta de gente, que salía desquiciada de clase, loca por comer algo. Entré en la cafetería, era grande y luminosa, y tenia muchas mesas de colores en las que mucha gente devoraba (literalmente) cualquier cosa. Al fondo del comedor, vi a Jan con unas amigas, y esta al verme, me saludó e hizo un gesto para que fuese con ella. Al acercarme, se despidió de sus amigas, y vino conmigo.
- ¿Vamos a por la comida, o nos morimos de hambre? – preguntó mientras se reía-
- ¡Vamos!- respondí yo. Mientras cogíamos la comida, le pregunté – Oye, no es que no me guste, ni nada de eso, pero ¿Porqué eres tan amable conmigo?.
- Pues, porque me as caído bien y quiero que seamos amigas – dijo con sinceridad- No te importa ¿Verdad?
- ¡Por supuesto que no! – dije mientras daba una carcajada – Además, tu a mi también me caes bien.
Comenzamos a reír las dos, y cuando paramos, buscamos una mesa donde sentarnos, y nos sentamos a comer.
Ya íbamos por el postre, y habíamos estado toda la comida hablando de nuestras cosas, y fue entonces cuando me di cuenta de que un grupo de lo que parecían animadoras, estaban mirando a una solitaria chica pelirroja con lo que parecía una mecha azul y….

lunes, 30 de enero de 2012

Escritoras ¨Destinos Unidos¨

Bueno, ¨Destinos Unidos¨ no esta echo solo por mí, yo escribo a Lamet, pero dos de mis amigas, las otras creadoras de este blog escriben a Iadora y a Hara.
¡Esperamos que os guste!

¨Destinos Unidos¨ Cap 2. Iadora.

Hola,soy Iadora y os contare como es mi primer día de instituto.
Nombre Iadora(pero la llaman Ia)
Edad:14 años.
Soy: Alemana.
Físico:Alta,delgada,esbelta, de piel clara,tengo el pelo por debajo del pecho es de color rubio alemán,en el lado derecho de la cabeza justo en el centro tengo una mecha de color rosa,tengo el fleco recto y los ojos grandes,vistosos de color azul palido.
Soy amistosa,alocada,tímida para ciertas cosas y atrevida para otras, no soy nada pija aunque lo parezca y soy muy lista.
Soy la capitana de las animadoras y tengo la mayor nota de Geografía del curso.
Normalmente visto: unos vaqueros rasgados o cortos,camisetas ajustadas con frases molonas combinadas con zapatillas,francesitas y botas.
Siempre lleva:Una tobillera de hilo
Color favorito: el verde manzana.
Bueno ya sabéis bastante,ahora la historia
------------------------------------------------------------------------------------------------------------Unos rayos de luz se colaban por la ventana dandome de lleno en la cara.«Me pregunto que hora sera»Dirigí la mirada al despertador sin levantarme de la cama.
-¡Que demonios,son las 9:30!-grite- ¡mamá,levanta que nos dejamos dormir!-grite de nuevo.
Salí de la cama de un brinco,corrí hacia el armario,cogí unos vaqueros y una camiseta sin, pararme a mirar si pegarían con mis zapatillas.
Baje a la cocina,cogí mi maleta y luego la bolsa con el equipaje de animadora,partí al coche detrás de mi madre.
Mi madre conducío a toda velocidad hasta llegar al instituto,llego en menos de 3 minutos,aparco justo en la entrada yo baje y corrí al interior.
Fui directa al tablón y busque mi nombre.
Reconocí algunos nombres, en cambio otros no los había oído en mi vida, 3ºD nunca había estado en esa letra.
Llegue al aula de geografía,abril la puerta y nada mas entrar solte las disculpas.
-Lo siento-dije-se me a echo tarde…-estaba agitada después de tanto correr
Pude oir unas carcajadas pero ni caso..
-Iadora-dijo Killian-coge asiento,ya hablaremos de esto.
Enseguida me di cuenta de que el único sitio libte era enfrente de la mesa del tutor,al lado de una chica peliroja, con una mecha azul.
Me sente a su lado,la observe con el rabillo del ojo.
-«Tiene unas pintas de Friki negada»pensé-pero me di cuenta de que ella me miraba y seguro que pensaba «Es una Barbie,típico»
La clase se acabo enseguida para mi,cuando había tocado la campana del cambio de clase tuve una visión,sobre la chica peliroja.
«Estaba en la cafetería,Lamet estaba comiendo pescado y al rato lo echo en medio de las matonas del curso »
-¡Vaya!¡Tengo que avisarla!-dije sacudiendo la cabeza,(hace tiempo que tengo este poder pero todavía me cuesta asumirlo)
Antes de que Lamet saliera del aula la alcance y la agarre de la mano.
-En la cafetería no comas pescado o algo que parezca pescado- dije fijandome en la mecha.
-Hemm…por?-pregunto incomoda.
-Te sentara mal y acabarás en un lío, hazme caso,que aunque sea rubia se lo que me digo-al final le dedique una sonrisa.
Lamet no dijo nada, se limito a salir y a seguir su camino.
Mire de nuevo el horario, bueno ahora toca ciencias.
-¿En serio?¿ Ciencias a segunda hora?¿Pero quien a sido el menda que ha hecho el horario?
Entonces busque el aula de Ciencias y entre.